"de las muchas heridas
que el amor nos inflige a través de los años
hay una que nos duele de una forma distinta
porque llega a pesar de las promesas,
del tiempo y de sus nudos, y es la última
y resume a las otras y lo desmiente todo.
la tolera el orgullo a duras penas
y esa herida consiste en aceptar
lo que me ha confirmado este nombre que callo:
la estúpida certeza de que a ellas,
cuando las cosas fallan, les resulta posible
y tan odiosamente fácil vivir sin nosotros."
Alonso Ruvalcaba
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